Nuestro encuentro con Dios debe ser a diario,
el está siempre con nosotros y lo menos que podemos hacer es devolverle
oraciones, por todas las cosas buenas que recibimos, nuestro alimento, abrigo,
hogar, trabajo, son algunos de los detalles que a pesar que se hacen
cotidianos, tenemos la suerte de tenerlos.
Muchas veces nos sentimos que no sabemos
comunicarnos con él, creemos que no nos escucha, pero se trata de no imponer
nuestros planes a los que él tiene ya dispuestos para nosotros, es cuestión de
dedicar tiempo a la conversación con él, existen diversas formas de hacerlo, a
través de la oración, de la meditación y una muy poco nombrada que es a través
de la escritura, cada cual debe tomar su momento de tranquilidad para iniciar la
conversación , así como lo haces con tu mejor amigo, en seguida sentirás que te
vienen pensamientos de lo que debes hacer, te vienen ideas nuevas, te sientes
alivio, serenidad y sientes muchas más ganas de seguirte expresando, no es tan
sencillo, pero la disciplina y la constancia lleva a mejorar cada día.
El ha dado tanto por nosotros y solo nos pide
minutos de oración, de reflexión y rectificación de nuestros actos, y se nos
hace tan lejano hacerlo. Hoy es un buen día para comenzar.
Redacción: Annabell Jiménez Pardo
No hay comentarios:
Publicar un comentario