Soy de muy pocos amigos , tengo muchos
conocidos que es muy distinto, los verdaderos amigos son los que te hacen
falta, los que extrañas, los que te hablan fuerte, lo que te dicen la verdad.
He cultivado muy pocas amistades, pero son muy sinceras y honestas, siempre las
tengo presentes, se cuando no están bien y trato de conectarme con ellas, trato
de hablarles cuando puedo, de vez en cuando envío un mensajes, no somos de
escribirnos a cada rato pero si lo necesario y decimos lo que realmente
necesitamos uno de los otros. Amigos ya casi no tengo al casarse uno se aleja, o
a tu esposo no les gusta, o no entiende tu amistad, hasta que les conoce, pero cuando
nos vemos es muy agradable volver a conversar a disfrutar un rato. Estas
amistades son personas que tienen algo que aportar a nuestras vidas, y nosotros a la de ellos, es como un
complemento, que nos nivela, las amistades sanas conocen esto, no es necesario
estar todos los días con los amigos, ni controlando a tus amigos, ni oponerte a
que los destinos cambien, que no tengan sus aspiraciones, ni sus vidas porque
estén siempre a nuestro lado. La amistad verdadera, permanece en el tiempo,
nada la rompe, nada la acaba. Siempre debemos tenerlos presentes en nuestras
oraciones y así la conexión es mayor, y el reencuentro es formidable. Es como
si fue ayer que le viste y tienes años que no se ven, aunado que actualmente se
tienen tantos aliados tecnológicos, no hay nada que temer. Cultiven amistades,
es algo muy valioso que siempre debemos tener.
Redacción: Annabell Jiménez Pardo
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