Todos en algún momento hemos
sido tentados de alguna forma, son simplemente cosas, personas, hábitos, que
Dios sabiamente nos ha dicho con anterioridad no son lo correcto, ante esta situación la única arma que tenemos
es la oración.
Debemos buscar ayuda de un sacerdote
, profesional, o amigo que pueda guiarnos, en lo que debemos hacer, pues nos
darán sugerencias y hará nuestro camino más fácil, este escrito fue un medio para mantener mi mente
ocupada y distraerme de algo que fue muy difícil de vencer, pero es justamente
eso tratar pensar en otra cosa para evitar volver a lo mismo, alejarnos de los
lugares, personas y cosas que puedan hacernos caer, el demonio nos confunde nos
hace creer que estamos en lo correcto, nos hace dudar de lo que está bien o no,
debes dejarte llevar por tu corazón, el
te dirá cual es el camino y sustituir lo
malo con lo bueno, y así poco a poco se sale, hasta volver a acercarnos a
nuestra vida, serena, calmada , sin ansiedades,
ni preocupaciones. No digo que sea de la noche a la mañana, que se
logre, pero hay que hacerlo con disciplina para que nos acostumbremos a ir
dejando todo atrás.
Una vez que tenemos la
tentación bajo control, debemos darle las gracias a Dios, por habernos escuchado, para que todo este en
calma.
Redacción: Annabell Jiménez Pardo
No hay comentarios:
Publicar un comentario