miércoles, 8 de noviembre de 2017

Todo lo que se necesita está en un lugar, tu interior.



Esta frase es muy cierta, si no tenemos conectados con nuestro interior, ese sitio donde esta  Dios dentro de nosotros, seguramente hay un desequilibrio.
La mente calmada, el cuerpo flexible y la espiritualidad a flor de piel, es la felicidad, ese balance lo llena todo.
Yo he logrado cambiar mi vida, gracias a estas tres cosas, en el Yoga como disciplina flexibiliza mi cuerpo y así mi forma de pensar, la iglesia católica me ha enseñado a establecer un lazo más directo con  Dios y así se calma mi mente.
Todo lo que pasa en nuestras vidas se hace más llevadero si estas en equilibrio, tienes  oportunidades de ver las soluciones, o por lo menos verlo desde otra perspectiva.

Redacción Annabell Jiménez


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